Manhattan

Despues de haber visto muy poco antes Annie Hall, y no haberme resultado gran cosa, tenía dudas de que Manhattan, la que se supone es junto con la anterior de lo mejor dirigido por Woody Allen, me fuera a gustar. Pero ha resultado una muy agradable sorpresa. Dejando aparte lo bien que muestre Nueva York, porque como no la conozco, ni he estado (ni siquiera en los EEUU) , no puedo opinar, y que su fotografía en blanco y negro, ni me quita ni me da, la película como historia adulta funciona como un tiro.
Digo como historia adulta porque esta película vista a los 20 años o antes probablemente pierda mucha de su fuerza.
Tenemos aquí las vicisitudes vitales de un protagonista pasados los 40, en un ambiente culto, y con un tipo de humor parecido al de Annie Hall (el de Woody Allen, vamos) pero que aquí me funciona mucho mejor, dentro del tono de la película que no es de comedia. Todos los actores están magníficos, muy especialmente Diane Keaton, guapísima, y una Mariel Hemingway que nunca me ha gustado como actriz, hasta verla en esta película.

¡Me gustan los gatos!

Y es que Manhattan tiene algo, algo que una vez termina, con ese gran final, uno de los mejores que haya visto nunca, te deja un sabor... que perdura.