Love is in the cáscara

Vamos con la cuarta entrega de "se dejan ver", donde hablamos de las películas que tienen una parte alegre, y otra triste, como los platanicos de la foto de arriba.



 Abraham Lincoln Cazador de Vampiros

Fueron a por vampiros, y echaron muchos tiros
Casémos felices, y cacemos felatric...vampiros.

A pesar de lo que pueda parecer por su nombre, no está del todo mal. Su director, Timur Bekmambetov, que acaba de tener los buevos hace poco de hacer un remake de "Ben Hur", se lo curra bastante y tiene un par de escenas de acción muy memorables, la de los caballos, y la del tren. Si le quitáramos el rollo Licolniano-niano-niano, la cosa ganaría enteros. Se deja ver, bien.


El Cazador y la Reina de Hielo
El cazador y su panda
Rey Conan, y sus alegres compañeros
Otra película mejor de lo que uno se pudiera esperar, muy competente a nivel de actores, acción, producción, y entretenimiento, pero que no llega por la necesidad de meter a Blancanieves por todas partes, de mención, que aparecer no aparece. El argumento tampoco está mal del todo, si no nos empalaga tanto AMOR como concepto salvador. Si no hubiera sido una pre-secuela de Blancanieves con todo lo que ello conlleva, se hubiera llevado un MaMolao.


  Annie Hall
Woody Allen y su coleguita Melenudo
Que pasa, ¡Muchacho!

¡Sacrilegio! Una de las mejores películas de Woody Allen, según toda la crítica y gran parte de los fans, y le das un "Se deja ver". Pozí. Estoy ya en edad de valorarla (tengo la teoría de que las pelis de este señor se empiezan a poder valorar de verdad a partir de los 30 y tantos largos), pero a pesar de que le he visto "cositas" no me ha hecho reir y no me ha hecho suficiente tilín como para que opine algo difernte de que es una película entretenida (y cultureta), que se deja ver. La he visto traducida, lo mismo en VO...
 
Phenomena
Jennifer Connely, con un bichico y Donald Pleasance
Mira, un bichico simpaticote
 Es una película con muchos contrastes, empieza muy lentita, buena fotografía, Jeniffer Connelly muy guapa ya de niña, Donald Pleasence y el mono, inolvidables, y parte de la música, la de Goblin, inolvidable también. Pero luego tenemos un argumento bastante psicotrónico, música de rock duro que no pega en absoluto en ciertos momentos, y en general una sensación de bueno pos vale hasta el final de la película que la cosa sube. Merece la pena verla por la sensación general que produce este Giallo con tintes sobrenaturales de Darío Argento, pero no es para todo el mundo.